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| Seminaristas en el rezo de laudes de hoy |
La tarde del 28 de febrero,
nuestros seminaristas han iniciado un nuevo año de formación, dejando atrás un
tiempo de merecidas vacaciones junto a sus familias y seres queridos.
Junto a la comunidad que
habitualmente se reúne los días viernes en el Templo Santo Domingo,
compartieron la eucaristía presidida por el Padre Manuel Cornejo, rector de
este templo y de nuestra casa de formación. En esta eucaristía, el Padre Manuel
animó a los seminaristas en el nuevo año que inician, y explico en su homilía el
actuar de Dios en nuestros proyectos de vida, y la respuesta a Él por el amor, como
camino seguro a la felicidad.
Este año, nuestra casa de formación
acoge a un nuevo seminarista, que hace algunos meses había iniciado su tiempo de
aspirantado en el Instituto. Con él, queda en cinco el número de seminaristas
que se forman en nuestro distrito por este periodo, los cuales, estarán
viviendo en La Serena, pero a la vez continuando su trabajo pastoral en la
Parroquia de María Reina de los
Apóstoles de Pan de Azúcar.
Con todo esto, mayor tendrá que
ser el esfuerzo para organizarse en el trabajo de este año, no obstante, por estos días el esfuerzo estará concentrado
en la vivencia de un retiro personal que durará hasta el próximo viernes 7 de
Marzo.
Las actividades para este mes no
se detendrán, al concentrar el trabajo de la semana siguiente en el 30° Encuentro Nacional de Distrito, dentro del
cual, tendrá lugar la ordenación diaconal del seminarista Manuel Lizana.
Junto con todo esto, la casa de formación
ha puesto gran empeño en no restarse del acontecer de la diócesis donde se
inserta, la que hoy por la tarde, celebró la eucaristía de acción de gracias
por el ministerio episcopal de Don Manuel Donoso, preparándose a su vez, para
recibir al Arzobispo Electo, Monseñor Rene Rebolledo Salinas, el próximo sábado
8 de Marzo.
En sintonía con el evangelio de
este 8° domingo del tiempo ordinario, último domingo antes de la cuaresma, nos
sentimos confortados y acompañados por la amorosa providencia de Dios, quien
vela por todas las necesidades, especialmente las de aquél que se entrega por
completo a la búsqueda del reino de Dios y su justicia.
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